Se agrava las disputas entre concejales que responden a la administración provincial. Denuncias, violencia y un vehículo quemado, el saldo del problema.
Insultos, golpes, denuncias y un vehículo incendiado, es el saldo de un nuevo capítulo en el conflicto que mantienen concejales sciolistas contra ediles kirchneristas en Avellaneda. Esta vez, los protagonistas fueron los ediles Héctor Villagra y Verónica Juárez.
El Concejo Delibarante del distrito que comanda Jorge Ferraresi se convirtió, en el último tiempo, en el escenario de una dura disputa que llevan adelante estos concejales y que tiene un profundo acento sindicalista.
Lo cierto es que en la madrugada de hoy, Juárez, que responde al oficialismo, amaneció con una camioneta de su propiedad, pintada de naranja y con la leyenda “Scioli 2015”, parcialmente quemada.
Lejos de ser un hecho aislado, este episodio guardaría íntima relación con un episodio ocurrido la semana pasada en el Concejo Deliberante de Avellaneda, donde la edil que se referencia en el jefe comunal y Villagra, que responde al sciolismo, se vieron envueltos en un escándalo, que incluyó al marido de esta última, Fabián Quintana.
“Ella estaba en la escalera y me dice `negro de mierda´ y me tira con un mate que tenía en la mano. Y no sé de dónde sale el marido y me da una trompada en la cara. La gente se metió en el medio y alcanzó a separarnos”, explicó Villagra, quien ya había denunciado al Quntana por amenazas con armas de fuego.
En esa línea, Villagra agregó, en declaraciones a Diario La Tercera, que “esto tiene que ver con una serie de amenazas que vengo sufriendo. Me preocupa la impunidad que tiene Juárez. Hay denuncias penales al respecto. Pero más allá de eso, voy a pedir formalmente ante el cuerpo la expulsión de la concejala porque no puede tener este comportamiento. No puede pegarle una trompada a una persona sin razón, y si la hubiera, no se justifica. No estoy dispuesto a tolerar esto y voy a pedir las sanciones que corresponden. Estoy cansado de las amenazas”.
Sin embargo, las versiones desde el lado de Juárez son obviamente diferentes a las del sciolista. En ese sentido, tuvo otra explicación del suceso: “Estoy ingresando a las 11.30. Venia de Sarandí. Venía con un mate en la mano. Subo la escalera y llegando alguien me choca y me toca la cola. Me voy vuelta y era Villagra. `¿Qué haces negro de mierda?´, le dije y el me respondió `chúpame las bolas, vos sos boleta´. Había mucha gente en el lugar. Le tiré el mate y él me pegó una piña. Tengo el ojo morado. Mi marido lo empujo, hubo un tumulto y ahí terminó todo. No sé qué hacía él ahí arriba, si su despacho está abajo. Esto es algo humillante”.
La edil oficialista buscó una explicación del hecho y declaró que Villagra “quería que me vaya con él y rompa con Ferraresi, solo para molestarlo al intendente. Él viene con patotas armadas desde hace mucho tiempo. Hay un tema político es porque no rompí. Le voy a hacer una denuncia por daños y perjuicios. Ellos -por la UOCRA- me niegan a entrar a mi lugar de trabajo. La patota de él no me deja entrar. Soy la primera mujer que es parte del comité ejecutivo seccional. Espero que la justicia intervenga. Tengo miedo por mi familia y por mí. Él toma muchas medicaciones y pienso que hay que hacerle rinoscopias. No está en sus cabales. Y él después se victimiza. Yo fui y le hice la denuncia penal. No estamos en tiempos en la dictadura”.
La disputa parece tener un punto de no retorno desde que Villagra, titular del gremio UOCRA Lanús-Avellaneda, decidiera apartarse de la bancada oficialista para formar el monobloque «Scioli 2015». Si bien Juárez aún responde a Ferraresi, también tiene la mira puesta en el futuro del gobernador bonaerense, por lo que la profundización de la disputa parece seguir las diferencias que los dirigentes tienen dentro del sindicato.