Nucleoeléctrica Argentina (NASA), la empresa que administra la central nuclear en Zárate, avanzó en su plan de reducir su personal a 1.100 trabajadores. La UOCRA en pie de guerra.
La central nuclear vive horas complicadas, donde la reducción de personal es el hilo más delgado por donde se cortó una situación que ya lleva meses de conflicto: el anuncio del despido de 2.000 trabajadores profundizó la crisis en la planta de Zárate.
Más allá de las tratativas gremiales ante Nucleoeléctrica Argentina (NASA), la administradora de la central, la empresa hizo oídos sordos al pedido sindical y avanzó en su intención de acotar la planta de personal hasta alcanzar sólo 1.100 trabajadores activos.
“Esa es la cruda realidad que estamos viviendo los trabajadores constructores que habían sido contratados para la termoeléctrica de Atucha», sostuvo el secretario general de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) de Zárate, Julio González.
A la hora de buscar una explicación a la situación, el dirigente gremial planteó que «esto se debe al cambio de Gobierno; hubo una serie de cambios bruscos para los trabajadores y para los que estamos al frente del gremio en Zárate con la paralización de esta obra».
«Nosotros estábamos muy esperanzados en el arranque de esta nueva etapa del proyecto de la termoeléctrica nuclear y esto ha quedado relegado por la no renovación de los contratos y en el medio quedaron miles de trabajadores y sus familias en la calle y sin su trabajo», indicó.
La decisión de la empresa se da luego de que funcionarios del Ministerio de Trabajo de la Nación recibieran a dirigentes de los gremios de la construcción de Atucha, al vencer la conciliación obligatoria.