18-02-2016

El impacto en las Pymes de los aumentos de luz y gas

Por Daniel Rosato (*)

Daniel RosatoEl impacto de las nuevas tarifas en las industrias pymes y electro intensivas llegará hasta 700% en algunos casos, pero según sectores los aumentos promedios oscilarán entre 200 y 300% que llevados al mercado interno afectarán al consumidor con aumentos de entre 15% y 50% según sectores y productos.

Los industriales argentinos entendemos racionalmente algunas decisiones de política económica que se han adoptado, desde el Gobierno Nacional, en los últimos tiempos. Una de esas medidas que aportan racionalidad es la revisión del sistema tarifario energético. Pero para nosotros hay una gran preocupación, no tanto por el aumento de la energía, porque somos conscientes de que la energía que pagamos los argentinos era una energía muy barata, sino que sentimos la necesidad de expresar una opinión valedera ante la modalidad adoptada. Es necesario que pongamos el foco de atención en la forma en que se implementa el aumento que se aplicará a partir de este nuevo cuadro tarifario que alcanza a la energía eléctrica y al gas de uso industrial.

La preocupación existe porque estamos hablando de incrementos que van hasta el 700%. Y cuando preciso la cifra en 700% hablo de algo concreto que vivo en mi propia industria, en carne propia, como expresa el dicho popular.

En este caso, hablo de industrias que pagan el transporte a la distribuidora, que es EDESUR, pero compran en el mercado mayorista a CAMMESA. Estas empresas compran energía al mayorista pero pagan el servicio a través de la distribuidora.

En este caso, la distribuidora, al aplicar el aumento pasó de cobrar la potencia del kw/hora de 6 pesos a 40 pesos. Estamos hablando de prácticamente 7 veces más el costo de esta energía. Entonces, naturalmente, esta modificación abrupta genera un impacto muy fuerte en una industria pyme que no está preparada para trasladar ese aumento de la energía a los precios.

Recordemos que el precio de un producto, entre un 20% y hasta un 50%, está conformado por el costo de la energía. Entonces, un aumento de esta magnitud, aplicado abruptamente, va a tener un impacto fuerte directo sobre el precio de productos en góndola. Y en secuencia inmediata impacta directamente sobre el bolsillo de los trabajadores, y así es inevitable que continúe la ola expansiva de la inflación.

Nosotros planteamos que si este aumento es racional y necesario, deberíamos estar hablando de un aumento en forma progresiva. Para que el sistema productivo industrial no genere otro impulso inflacionario, este aumento se debería aplicar en forma gradual.

Es por este escenario que el Departamento de Energía de la UIA está recibiendo alertas desde todos los sectores. Ellos me manifestaban que “los reclamos llueven en la UIA” justamente por la gran preocupación que genera esta modalidad de readecuación de tarifas. Y aún falta que las distribuidoras del interior de la Provincia de Buenos Aires presenten sus nuevos cuadros tarifarios. En algunos casos, ellos reconocen que los incrementos son enormes y es muy difícil hacer frente a estos incrementos de golpe.

Ya en Mendoza, una industria siderúrgica tuvo que parar la actividad de un horno eléctrico porque la actividad con estas tarifas los deja fuera de mercado. Esta situación se multiplica en diferentes tipos de industrias que son usuarios de energía en forma intensiva.

La mayoría de las industrias que producen productos de consumo masivo, son electro intensivas.

Nosotros, como industrias, planteamos a la UIA la necesidad de transmitir estas preocupaciones sectoriales al Gobierno Nacional. Y junto a la UIA y el Gobierno debemos pensar en instrumentar este aumento pero de forma gradual. Y a esta revisión de las formas hay que hacerlas ya.

No olvidemos que este aumento se está informando en esta segunda mitad de febrero. Es decir que en marzo estaremos pagando ya las facturas con el nuevo precio de la energía.

La preocupación más grande es saber qué vamos a hacer cuando recibamos todos estos aumentos y cómo trasladamos ese impacto a los precios. Pero pensamos que es imposible trasladar en una sola vez, semejante aumento a los precios.

Según los casos, para algunos sectores industriales el aumento promedio será de 200%. Para otros sectores, el promedio de aumento será de 250% a 300%.

Llevado a precios, estos aumentos tan fuertes de la energía para las industrias, pueden impactar desde un 15% hasta 40% y 50% en el monto que pagaría el consumidor final por cada producto.

Hablamos de un incremento de este tipo en los costos de la energía, pero además en marzo se deberá empezar a discutir nuevamente el salario en paritarias. Nosotros estamos totalmente de acuerdo con las paritarias y también con que se discutan salarios dignos porque la capacidad de compra de los trabajadores es lo que mantiene activo el mercado interno.

En paritarias es de esperar que los aumentos salariales sean importantes. Si el trabajador tiene dinero, lo gasta, y eso genera mercado interno. Pero creemos que ese aumento importante que puede surgir de paritarias, se verá diluído con el impacto del nuevo precio de la energía sobre el costo de producción de cada una de las industrias.

El Ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, también anticipó un aumento en el precio de las naftas. De modo tal que en marzo, los costos van a dar un salto vertical para los industriales, salvo que en esta necesaria actualización tarifaria se evite la aplicación de aumentos en forma abrupta y se implemente una adecuación progresiva que responda a las necesidades políticas y económicas pero que también contemple la situación de las industrias para atenuar los impactos sobre costos de producción, precios mayoristas y precios finales al consumidor.

Con una metodología progresiva, el impacto será mucho menor. Todos sabemos que el ajuste será duro. Sabemos que tendremos que hacer un esfuerzo entre todos. Pero es importante que el Gobierno Nacional también escuche a la industria, a través de la UIA y de las entidades que representan a las pymes.

De alguna manera, así como el Gobierno escucha al campo y escucha a los gremios, también será beneficioso para la sociedad que abra la mesa de diálogo para que escuche en forma directa el escenario real de la problemática que vamos a sufrir las industrias y, en particular las pymes a partir de este aumento.

(*) Presidente de Papelera Rosato; presidente del Parque Industrial Los Plátanos y vicepresidente de la Unión Industrial de Berazategui.