14-01-2015

La guerra de los tampones

Por Alfredo Leuco (*) – Columna de «Le doy mi palabra», por Radio Mitre

Alfredo Leuco 1Perdón que le salga con un martes 13. Pero tengo la sangre en el ojo. Es una cuestión patriótica y por lo tanto hay que estar al lado de Augusto Costa para combatir la corrida contra los tampones. El secretario de Comercio merece el apoyo de todos los argentinos sin distinción. No podemos permitir que los especuladores de siempre quieran desestabilizar al gobierno escondiendo, vaya a saber donde, toneladas de tampones.

Se podrían hacer cientos de chistes fáciles y un poco groseros con este tema. Como aquel que le atribuía a Fernando de la Rua el apodo de tampón: estuvo en el mejor lugar, en el peor momento. Pero esto no es chiste. Hay que tomarse muy en serio la valiente denuncia del funcionario mas pintón según las chicas que son las usuarias de los tampones tan buscados. Ya mismo deberían salir la división OB de La Cámpora y un grupo de la AFIP para allanar los botiquines y las alacenas de las gorilas que están acaparando ese valioso adminículo con el solo objetivo de atacar a Cristina. Y no quiero vincular este producto de la higiene femenina a la Presidenta porque no quiero manchar la investidura presidencial.

Que cada uno diga de que lado está. Que se definan Scioli y Martín Insaurralde. No se puede estar con Dios y con el Diablo. ¿O estás a favor del tampón revolucionario o de la destituyente y conservadora toallita femenina? La división es clara. O estas afuera o estas adentro. No se aceptan ambiguedades.

Creo que se deben perseguir a aquellos golpistas que están vendiendo tampones blue y acrecientan cada vez más la brecha con el tampon oficial. Son arbolitos de género que andan con los bolsillos llenos de esas cápsulas de algodón con tirita que parecen proyectiles. En realidad no parecen, son balas de algodón en contra de Cristina. Como las balas de tinta de los medios. Las cuevas estan repletas de dolares y tampones cocaina. Todos tiene el mismo objetivo: desestabilizar a Cristina todos los días. O mejor dicho, solo en esos días, ¿usted me entiende? Una vez por mes como le dijo Dios a Eva en el paraíso cuando la descubrió comiendo la manzana con Adán. Lo vas a pagar con sangre, dicen que dijo el Todopoderoso. Pero que ante el llanto conmovedor de Evita, la primera dama de la humanidad, le dijo: “Bueno, está bien, lo vas a pagar en cómodas cuotas mensuales”.

En la batalla contra los que atesoran tampones hay que tener cuidado con los que utilizan los aplicadores manuales. Son dos tubitos de plástico que ayudan a llegar a las profundidades. Hay de tres tamaños según la capacidad de absorción pero dicen que hay lugares en donde no se consigue ni el hilito. En Córdoba hace 6 meses que no hay tampones ni en fotos. Ojo que muchas revoluciones y revueltas populares nacieron en esa provincia. ¿No estarán allí los malditos conspiradores? Hay que ser rigurosos con este tema. Apelar incluso a los servicios de inteligencia para que manden a sus espías a detectar a los responsables de semejante ataque al gobierno. Que saquen los topos a la calle. Que los agentes secretos vigilen a las mujeres para ver quienes tienen tampones y quienes portan toallitas. Y como se las arreglan cuando están con el asunto. Esa es la regla principal de toda investigación.

La Gendarmería debería descubrir un cargamento ilegal de tampones. Combatir a muerte a los tampotraficantes. Bautizar el operativo como ” Pubis angelical o Vagina ocupada”. Los más codiciados son los tampones que tienen canales ligeramente curvados. La publicidad dice “Ni vos te das cuenta” que los tenes puesto. Se ensanchan radialmente y se adaptan a la forma de tu cavidad. Las toallitas, las toallitas Alwasys son claramente imperialistas yankys. En cambio, el Siempre Libre es un producto emancipador y bolivariano. Siempre Libre. Parece el nombre de una agrupación de las nuestras.

La historia dice que todo surgió con Hipatia con el llamado trapo íntimo y que en Uganda ya usaban algo similar pero hecho de papiro suave. En el salón de las mujeres de la Casa Rosada, Cristina debería sumar a Judith Esse, la ginecóloga que inventó esta tecnología de punta allá por 1950. No casualmente estaba Perón en el gobierno. Por eso ahora hay toallitas a secas que secan y las que tienen alas para pegarlas a la bombachita y que no se muevan del lugar que corresponde.

Hubo que combatir leyendas urbanas. Algunos decían que el tampón terminaba con la virginidad de las señoritas. Después se comprobó que el himen resiste, Unido y Organizado. Esto no es broma. En el Museum of Menstruation, lo pueden googlear si quieren, está toda la evolución de los tampones. Desde el papiro que les dije hasta las tiras de ropa vieja, los delantales vaginales, las almohadillas tejidas de nuestras bisabuelas y tantos otros rebusques.

Finalmente, un mensaje solidario para el comandante Augusto Costa: lo que está faltando son jeringas descartables. Los farmacéuticos y los pacientes están desesperados. Solo alcanza para los hospitales. Ojo que no se venga una corrida contra las jeringas descartables de tanto insulino dependiente de Clarín. Hay que vigilar a todos y a todas. Sobre todo a la musa inspiradora de este movimiento antidemocrático de los especuladores de tampones. Es muy fácil ubicar a su nave insignia que canta un himno que los arenga en su tarea destructiva. Se llama Ricardo Arjona. Hay que prohibirle la entrada al país o censurarle su tema “De vez en mes”. En sus estrofas mas inflamadas dice por ahí ” con tu acuarela / pintas jirones de ciruelas / que van a dar hasta el colchón” y denuncia que ”es natural cuando eres dama / que pintes rosas en la cama / una vez de vez en mes”. Guerra a Arjona. Y juicio y castigo a los golpistas del tampón antes de que sea demasiado tarde para lágrimas y antes de que la sangre llegue al río.

(*) Periodista y analista político. Conductor del programa radial “Le doy mi palabra”.