Por Carlos Kunkel (*)
Hemos atravesado momentos muy complicados, difíciles y muchas veces dolorosos. No me voy a remontar a nuestros orígenes como Movimiento, muchos llevamos tatuados en nuestros cuerpos y corazones los costurones de lo vivido, el dolor por las pérdidas, el recuerdo de nuestros compañeros.
Me refiero a las situaciones por las que atravesamos en los últimos años los Peronistas Bonaerenses: revés electoral en el 2009, con Néstor encabezando la lista; enfermedad de Alberto Balestrini, articulador de la dirigencia provincial; fallecimiento de Néstor; problemas de salud de Cristina, hoy felizmente bien y el traspié electoral de agosto y octubre de este año. Permítanme excluir del listado a los desertores, en el mediano y largo plazo lo considero positivo, marchar sin el contrapeso de los Liberales que se nos habían amancebado.
Tampoco carguemos las tintas sobre los sintetizadores de las tácticas que no dieron el resultado que todos anhelábamos. Perón nos enseñó: “El que ataca a un compañero, se está pasando al enemigo”
Cristina se ha recuperado, hemos pasado otra prueba de fuego. Los Leales nos reagrupamos, sintetizamos nuestras diferencias parciales a través del proceso de reorganización interna del Partido Justicialista Bonaerense y asumimos la responsabilidad de discutir la representación entre cuadros políticos y dirigentes en condiciones y con amplio merecimiento de cubrir los puestos de representación y dirección, es natural que haya debate a la hora de cubrir las diversas funciones partidarias e institucionales en los distintos niveles del Estado y es natural que el Partido Justicialista se sumerja en esta discusión como así también, que generemos expectativas sociales más movilizadoras, ya que las estructuras de nuestro partido a diferencia de otros, es contar con una variedad y cantidad de dirigentes con condiciones que otros partidos no cuentan. Tomemos unos días de reflexión y preparémonos para cumplir las tareas y funciones que nos hayan tocado en esta etapa.
El Partido Justicialista de la Provincia de Buenos Aires recorre con firmeza y sin altercados el camino de su plena normalización, a través, como corresponde, de un inobjetable y trasparente proceso electoral interno. Con un padrón de 1.379.000 afiliados, creo que llegando a ser el mayor partido político de Occidente.
Que cada cual se ocupe de las tareas que le correspondan para que la herramienta electoral del Movimiento Peronista cumpla eficazmente las funciones que tradicionalmente tubo asignadas: ser el cauce adecuado para recibir el apoyo electoral de la Ciudadanía a la Gestión de Gobierno en donde tenemos la responsabilidad de hacerlo y controlar donde corresponde, sin poner palos en la rueda como nos tienen acostumbrado los gorilas y liberales, aportando siempre desde nuestro lugar de peronistas a la justicia social, a la democracia y la paz social.
Durante el verano demos los pasos previos para desplegar a lo largo y ancho de la Provincia y de la Patria todas las instancias de participación popular, trabajar y sumarnos a todas las actividades a través de las cuales los vecinos en los barrios, los trabajadores en sus lugares, los jubilados, los comerciantes, los empresarios, los profesionales, los intelectuales, los jóvenes, los religiosos y los agnósticos… buscan satisfacer necesidades y aspiraciones colectivas, en función del bien común.
Tenemos que evitar roces o enfrentamientos estériles con los portadores de la Ideología Liberal que enaltecen al individualismo como único rector de sus pensamientos y acciones. Trabajemos con la inmensa mayoría predispuesta a contribuir a la consolidación de una Sociedad más justa, igualitaria e inclusiva.
Ni sectarios ni excluyentes, con la amplitud intelectual y espiritual que nos legaran Juan Perón y Néstor Kirchner y con la sensibilidad social y la pasión de Evita, debemos marchar con la Conducción de Cristina, en principio para lograr el pleno cumplimiento de los objetivos que nos fijamos para esta etapa de gobierno: Sentar sólidamente las bases del Estado de Bienestar que la utilización plena de nuestros recursos humanos y naturales hacen posible aliados a nuestro gran territorio latinoamericano y brindarle a la herramienta Electoral, el Partido Justicialista, el sustento necesario para garantizar el amplio respaldo electoral en el 2015.
Además, compañeros, debemos garantizar, mediante la activa participación en todas las instancias a las que hice referencia al principio de esta nota, la articulación y diálogo con todos los sectores sociales, culturales, sindicales, políticos, religiosos, vecinales.
El Movimiento Peronista siempre buscó articular y consolidar la Comunidad Organizada, que anunció y fijo como objetivo Juan Domingo Perón, es parte de nuestro deber ser.
Con los Hermanos de la Patria Grande estamos creando las condiciones para que la Hora de los Pueblos sea una realidad en Sudamérica. Repito, ni sectarios ni excluyentes, los Peronistas debemos marchar a la vanguardia y dar el ejemplo de coherencia y fidelidad a nuestros principios como lo hacemos desde Perón y Evita, como lo hicimos de Néstor a Cristina, como lo haremos desde ahora que Llegó la hora Compañeros de seguir construyendo y defendiendo esta década ganada por todos y para todos.InfoGEI
(*) Diputado nacional del Frente para la Victoria.