La expresidenta insinuó su posición respecto a los comicios que se vienen. Con críticas al oficialismo, pidió la “unidad del movimiento obrero”.
Cristina Fernández de Kirchner es la figura central de las elecciones legislativas que se vienen, tanto por presencia como por ausencia: su decisión de presentarse o no modifica drásticamente los distintos escenarios que se arman en la oposición como también en el oficialismo.
En la continuidad de las visitas que viene llevando adelante con dirigentes del peronismo, en lo que es la definición de la estrategia electoral que se encarará en los próximos meses, la exmandataria, envuelta en causas judiciales y a punto de partir a una gira por Europa, sigue pisando fuerte en un justicialismo que busca una figura de peso para rearmarse.
Ante esta realidad, Cristina se presentó en un encuentro de Sadop, el gremio que nuclea a los docentes privados, y lanzó una fuerte declaración que seguirá resonando por un tiempo: “Me excluyo”, sostuvo, y pidió la “construcción de un espacio que no se agote en el peronismo”.
Allí, Cristina reclamó que los sindicalistas “nos den una mano para construir una Argentina democrática”, pero aclaró que “no lo estoy haciendo desde mi persona, me excluyo y que nadie grite nada. Porque es necesario ayudar a pensar a la gente sin que la confundan con falsos dilemas y estúpidas contradicciones o un nombre y un apellido”.
“He sido dos veces presidenta y he tenido los honores más grandes. Para mí, lo importante es que vuelvan ustedes, los que trabajan, los jóvenes, los que quieren al país”, indicó laexpresidenta.
En esa línea, sostuvo que “he sido electa dos veces Presidenta de la Nación, por eso siento que tengo una inmensa responsabilidad para con todos los demás, de ser quien ayude a construir esa unidad del movimiento obrero y de la sociedad en general para reconstruir una Argentina democrática”.