07-07-2015

Aníbal busca equilibrar la balanza en la interna y se mostró con intendentes

Ante la serie de apoyos que logró conseguir Julián Domínguez de varios jefes comunales, el jefe de Gabinete y competidor en la interna kirchnerista se mostró con varios de ellos.

 

Aníbal junto a intendentes en la Rosada.

Aníbal junto a intendentes en la Rosada.

Tanto Julián Domínguez como Aníbal Fernández tienen muy en cuenta que, para pasar la interna del Frente Para la Victoria, el apoyo de los intendentes es una carta clave que los conducirá no solo a la victoria el 9 de agosto, sino a la conformación de una red de poder en caso de suceder a Daniel Scioli en las elecciones generales de octubre.

Por eso, una de las rápidas movidas del presidente de la Cámara de Diputados de la Nación fue abroquelarse a una serie de intendentes que le expresaron su acompañamiento, fundada en cierta distancia que evidencian ante Martín Sabbatella, el compañero de fórmula del jefe de Gabinete de la Provincia, quien no tiene el visto bueno una parte importante de los jefes comunales más representativos.

Por eso, Aníbal encabezó una movida para tratar de equilibrar la balanza y mantuvo un encuentro en la Casa Rosada con una serie de intendente que, si bien no le dieron su apoyo abierto, trascendió que por lo menos logró conseguir que no se jueguen públicamente por uno u otro precandidato ante el avance de su contrincante en el armado junto a varios alcaldes bonaerenses.

Junto a Alberto Descalzo (Ituzaingó), Julio Pereyra (Florencio Varela), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Gustavo Arrieta (Cañuelas), Mariano West (Moreno) y Juan Pablo Anghileri (General Rodrìguez), como Juan José Mussi, exintendente de Berazategui, Aníbal consiguió una foto con un grupo que le dieron la palabra de mantenerse equidistantes de la interna que tiene con Domínguez de cara a las PASO.

El encuentro se dio después de que los precandidatos atravesaran jornadas de fuego cruzado, en que las declaraciones habían calentado la disputa y levantado voces de alarma dentro de la mesa chica K, que habría deslizado la necesidad de que los dirigentes bajen los decibeles de la interna.

Por lo tanto, este encuentro, como así la confirmación de la presencia de fiscales que controlarán las dos boletas de los precandidatos kirchneristas para la Provincia durante los comicios, son muestras de que por ahora la carrera a las primarias irán sobre un terreno menos rocoso.