El Vicegobernador, con la mira puesta en competir por la corona que deja vacante Daniel Scioli en 2015, se lanza en Luna Park, en un acto contra los fondos buitres. El dirigente ultra K será su ladero.
El primer round en la lucha por la gobernación de la Provincia comenzó hace rato y ya son varios los competidores que se calzaron los guantes para quedarse con la corona que deja vacante Daniel Scioli a partir del año que viene.
Ante ese panorama, el vicegobernador Gabriel Mariotto, dejará de lado las peleas preliminares ante propios y extraños y saltará al cuadrilátero mayor para encabezar el combate de fondo en una velada que se desarrollará en el mítico estadio Luna Park, y que tiene como objetivo dar una muestra de fuerza de cara a 2015.
El contrincante de la batalla, que tendrá lugar mañana desde las 17, viene con un importante invicto y se trata de un peso pesado que espera y golpea sobre el final: los fondos buitres. Pero Mariotto no estará solo: en su esquina, con la toalla al hombro por si es necesario, tendrá el apoyo de otro viejo púgil, ni más ni menos que Luis D’Elía.
En la previa, las preguntas son muchas. ¿Podrá Mariotto convocar y llenar el Luna como en las épocas de Bonavena? ¿Estará rápido de piernas y de reflejos para presentarle batalla a Paul Singer y compañía? ¿Usará más el jab que ensayó contra “la corpo”, el uppercut con el que varias veces practicó contra Scioli, o los dos juntos combinados? ¿D’Elía es la mejor garantía para llevar esta estrategia?
Por lo menos, el ringside lo tiene asegurado, con presencias confirmadas de la gente de Proyecto Nacional, el frente Unidos y Organizados, Convocatoria Popular, MILES, Forja, Frente Grande, Partido Humanista, Acción para la Comunidad, Memoria y Movilización Social y el Partido Comunista, quienes le prenden una vela al extitular del Afsca para ser ellos los amigos del campeón.
En la balanza, hoy Mariotto se encontró con los titulares de la Comisión Provincial por la Memoria, quienes le presentaron un informe que repasa los cuatro meses de la emergencia en seguridad y cuyos resultados ponen incómodos al Gobernador y sus sparrings. Con esto, el Vicegobernador confirmó que el pesaje le dio bien.
El de mañana, entonces, promete ser un encuentro de boxeo y emociones. ¿Veremos a un Mariotto vencedor, con la verba encendida, o asistiremos a una secuencia de golpes apurados -algunos, por qué no, debajo del cinturón- que no harán demasiada mella en el rival y terminaremos viendo al Vice pidiendo la revancha en el calor del cuadrilátero?
Todo es una gran incógnita, que se develará mañana en la fiesta nacional y popular, que de nacional parece tener mucho, pero de popular… ¡y suena la campana!