Si bien no criticaron a Cristina, el encuentro entre gobernadores e intendentes se centró en la necesidad de reciclarse para enfrentar lo que viene, y remarcaron la necesidad de mostrarse lejos del oficialismo.
Las elecciones legislativas que se vienen y las reconfiguraciones propias de un movimiento que busca revitalizarse al atravesar las aguas de la oposición, generaron el caldo de cultivo para que dirigentes peronistas mantuvieran un encuentro en el que levantaron la bandera de la “renovación” y marcaron distancia del oficialismo.
“No somos la pata peronista de Cambiemos”, sostuvo el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, uno de los promotores de la reunión y quien apunta a actualizar la presencia del partido en la arena política actual, lejos de la conducción que hoy sostienen José Luis Gioja y Daniel Scioli, ausentes de la mesa en la Casa del Chaco.
La intención de los dirigentes, que se muestran como la nueva generación de un peronismo más moderado, es cambiar el tono y el estilo del hacer político, lejos del estereotipo que liga a la dirigencia pejotista a una realpolitik atravesada por el valor absoluto del territorio y del poder por el poder mismo.
Si bien los “renovadores” no plantearon ningún acercamiento con la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, tampoco cerraron la puerta a la posibilidad de futuras confluencias, lo mismo para la cúpula del PJ.
Del encuentro también participaron los gobernadores del Chaco Domingo Peppo; de Entre Ríos Gustavo Bordet; de La Rioja, Sergio Casas; de Tierra del Fuego, Rosana Bertone y de La Pampa, Carlos Verna.
También estuvieron los intendentes de Gabriel Katopodis (San Martín), Juan Zabaleta (Hurlingham),Fernando Gray (Esteban Echeverría), Mariano Cascallares (Almirante Brown) y Bali Bucca (Bolívar).