11-01-2023

La sequía impacta sobre el PBI que podría caer hasta 1,8%

La hipótesis de mínima muestra un retroceso de 1,1%. La evaluación de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires también alertó que el Producto Bruto Agroindustrial podría achicarse entre 21 y 30% por efecto de “La Niña”.

Siembra fina agro campo

Por causa de la sequía que impacta, por tercer año consecutivo sobre la agricultura argentina, en 2023 se podría perder entre el 1,1% y 1,8% del PBI nacional, según sea el escenario entre hipótesis de mínima y máxima evaluadas por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

Analizados dos escenarios potencialmente viables, el Producto Bruto Agroindustrial podrá caer entre 21% y 30%, como efecto de la continuidad de “La Niña”.

El documento “Impacto de la sequía sobre la Campaña 2022/2023″, fue elaborado por la Gerencia de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales y la Fundación INAI.

Este informe realiza un análisis sobre dos escenarios posibles, tomando como base las cifras presentadas en el Lanzamiento de Campaña Gruesa 2022/23.

En el primero, definido como moderado, se presentan proyecciones estimadas de producción para soja, maíz y girasol de 41; 44,5 y 3,7 MTn, respectivamente, mientras que en el segundo, se observa un escenario pesimista (sequía más pronunciada), de 35,5; 37,8 y 3,5 MTn. Ambos contextos exponen una posibilidad de ocurrencia real, los que podrían alcanzarse en caso de persistir las condiciones agroclimáticas actuales.

INCERTIDUMBRE.- Con una producción proyectada de 12,4 MTn en trigo y 3,8 MTn para cebada, el clima seco continúa planteando un panorama de gran incertidumbre para los cultivos de soja, maíz y girasol.

La baja disponibilidad de humedad y las elevadas temperaturas condicionan el área final sembrada, su dinámica productiva y, por consiguiente, las proyecciones de volumen de la cosecha.

El presente informe realiza un análisis de dos escenarios posibles tomando como base las cifras presentadas en el lanzamiento de campaña gruesa 2022/23. El primero definido como moderado, donde se presentan proyecciones estimadas de producción para soja, maíz y girasol de 41; 44,5 y 3,7 MTn, respectivamente; el segundo, un escenario pesimista (sequía más pronunciada), de 35,5; 37,8 y 3,5 MTn. Ambos escenarios presentan una posibilidad de ocurrencia real, los que podrían alcanzarse en caso de persistir las condiciones agroclimáticas actuales.

De cumplirse las estimaciones iniciales de producción presentadas en septiembre 2022 habrían implicado una caída del Producto Bruto Agroindustrial (PBA) respecto a 21/22 de u$s4.067 millones (-8% i.c.). Sin embargo, el empeoramiento de la situación climática resulta en caídas superiores, del orden de los u$s11.025 millones (-21% i.c.) bajo el primer escenario, y de 15.743 (-30% i.c.), en el segundo (mayor caída en producción).

IMPACTO EN EL PBI.- El impacto negativo de la sequía con relación a las proyecciones de septiembre es equivalente al 1,1% o 1,8% del PBI, según sea el escenario.

Estas proyecciones también representan un efecto negativo sobre las exportaciones las cuales se estiman con caídas del orden de u$s9.226 millones (-21% i.c.), y de hasta u$s14.115 millones (-33% i.c.), en el escenario de mayor sequía.

Finalmente, en términos de recaudación fiscal el Estado dejaría de percibir entre u$s3.143 millones (-18% i.c.) y u$s4.739 millones (-27% i.c.), dependiendo el escenario, principalmente por caídas en los derechos de exportación.

ESCENARIO.- La campaña 22/23 se caracteriza por atravesar un escenario complejo donde se espera que la producción de los principales granos sufra recortes significativos desde las proyecciones publicadas en el lanzamiento de la campaña gruesa el último septiembre.

Por motivos climáticos, aumento de los precios de los insumos y políticas que, en conjunto, modifican la decisión de los productores, se estimó un menor volumen de producción de granos.

Sin embargo, el prolongamiento del fenómeno ‘La Niña’, que ocurre por tercera campaña consecutiva, ha agravado aún más la situación dificultando el proceso de siembra, el desarrollo de los cultivos junto al área apta para cosechar, provocando caída en los rendimientos potenciales.

La etapa productiva de los cultivos de invierno ya se encuentra definida y dada la situación climática que atravesaron, los niveles de producción se ubicarían por debajo de la campaña 21/22 y del promedio de las últimas 5 campañas, especialmente de trigo.

La sequía también afecta a los cultivos de verano por lo que el panorama de los próximos meses es aún incierto.

Aunque en las últimas semanas se han registrado algunas precipitaciones en las principales zonas productoras, éstas se ubican por debajo de la campaña anterior, e incluso, del promedio de los últimos años, siendo insuficientes para mejorar la situación de los cultivos.

Si bien se espera que las lluvias vuelvan en los próximos meses aliviando la situación de los suelos en la campaña 2023/24, las mismas no permitirían mejorar el presente ciclo productivo.

La caída de la producción de granos implica una reducción de las exportaciones, de la recaudación impositiva vinculada al sector, y de su aporte al PBI.

Este informe de la Bolsa de Cereales presenta un análisis de escenarios para caracterizar los impactos cuantitativos que estas condiciones podrían significar sobre la economía argentina.

FUENTE: SRSur News Agency – https://srsur.com.ar/