El candidato a gobernador por UNA cruzó a los dirigentes que se fueron del Frente Renovador para volver a las filas del kirchnerismo.
En los últimos días el Frente Renovador se vio sacudido por la salida de varios dirigentes que, si bien no pertenecían a la primera línea, mostraron un estado de situación dentro del partido que conduce Sergio Massa a días de las elecciones generales.
En esas movidas, el Frente Para la Victoria fue el que absorvió los saltos de personajes que, con el massismo en su esplendor, justamente se habían ido de ese espacio.
Ante ese escenario, la respuesta no se hizo esperar. El candidato a gobernador por el Frente UNA, Felipe Solá, cargó duramente contra estos dirigentes, a los que calificó como “traidorzuelos”.
«Son traidorzuelos», enfatizó el exmandatario provincial, a la vez que indicó que «si fueran dirigentes de importancia llegarían a traidortes», y agregó en declaraciones televisivas que «esto no es sangría, esto es un drenaje, estamos sacando el pus, lo que sobra».
La última sangría fue iniciada por la diputada provincial, Mónica López, una salida que levantó polvareda y fue la antesala de las fugas posteriores de Martín Torres, en Chascomús, Marcela Acuña, en Tres de Febrero y Marcelo Leguizamón y Javier Pacharotti, en La Plata.