03-10-2016

Tafï del Valle invita a conocer los valores culturales del noroeste argentino

El circuito recorre 107 kilómetros por la ruta provincial 301, entre esa localidad y San Miguel de Tucumán.

tafi-del-valleEl circuito turístico Tafí del Valle, que recorre 107 kilómetros por la ruta provincial 301 entre esa localidad del oeste tucumano y San Miguel de Tucumán, permite disfrutar de las mejores vistas de los cerros, valles y ríos de esa zona y acceder a rincones llenos de encanto, historia y tradición que permiten recrear los valores culturales del noroeste argentino.

La primera opción para apreciar la belleza paisajística de este recorrido es la Quebrada de Lules, un espacio verde que se abre entre dos grandes montañas y da paso al agua de las vertientes y manantiales que alimentan el río Lules.

La zona tiene una gran riqueza natural y también se destaca por sus grandes plantaciones de frutilla, que le dan un color y un aroma especial a todo el paisaje.

El circuito Tafí del Valle continúa en Famaillá, localidad conocida como la capital nacional de la empanada, que tiene al Parque Temático Histórico del Bicentenario, al museo a cielo abierto Juan Carlos Iramain, a la galería temática de la Veneración, al balneario municipal y al Parque Juráisco como sus mayores atractivos turísticos.

Estos sitios pueden visitarse mientras se degustan las empanadas más ricas de Argentina, las que son elaboradas en innumerable cantidad de puestos distribuidos a la vera de la ruta.

La tercer parada del recorrido se puede realizar en Acheral, donde la visita al Museo Atahualpa Yupanqui es una actividad imperdible.

El museo permite conocer, a través de objetos personales y relatos, la historia del gran músico popular, quien pasaba la mayor parte de su tiempo en este hermoso paraje del pedemonte tucumano.

El circuito, entre Acheral y El Mollar, reconoce tres sitios importantes para apreciar las bellezas paisajísticas de esa zona, que son la reserva natural Los Sosa, el Cerro Nuñorco Grande y el Monumento al Chasqui.

La reserva natural Los Sosa es un área protegida que se caracteriza por conservar la vegetación típica de las yungas entre el serpenteante camino que traza el río Los Sosa.

El Monumento al Chasqui, popularmente conocido como monumento al Indio, es una imponente escultura de 6 metros de alto apoyada sobre una base de 10 metros ubicada a 1.100 metros de altura.

La estatua, con los distintos matices del sol, refleja una variedad de colores que van del dorado al ocre y que provocan un hermoso contraste con el verde de la vegetación que domina la zona.

La trepada al cerro Ñuñorco Grande, una de las cumbres más atractivas de los Valles del Tafí, es un destino ideal para quienes disfrutan de las actividades al aire libre, ya que es de fácil acceso y tiene desarrollados varios senderos para su mejor recorrido.

La localidad de El Mollar es la última parada antes de finalizar el circuito Tafí del Valle, y en este lugar se puede disfrutar de la reserva natural La Angostura y del dique del mismo nombre, de la reserva natural Quebrada del Potugués y de las riquezas culturales de los parajes Las Carreras y La Ovejería.

La reserva natural La Angostura fue creada en 1996 para proteger el Dique La Angostura, cuyas aguas, por la velocidad de los vientos, se transforman en un sitio ideal para la práctica de windsurf, remo, kayak, kitesurf y pesca.

El espejo de agua, ubicado a 2.000 metros de altura, tiene una extensión de 600 hectáreas y también está destinado a la protección y preservación de aves acuáticas y migratorias, muchas de ellas amenazadas por la extinción de su hábitat natural.

La reserva natural estricta Quebrada del Portugués, que tiene una superficie de 12 mil hectáreas en la región de las yungas, es otra área protegida de Tafí del Valle desarrollada entre los cordones montañosos Ñuñorco Chico, Ñuñorco Grande y Nevado de Las Ánimas y atravesada por el río Los Reales.

La quebrada presenta un relieve abrupto caracterizado por bruscas pendientes y formaciones graníticas casi verticales, donde los arroyos y cauces menores forman cascadas y saltos.

La flora característica está compuesta por pastizales de mayor o menor grado de desarrollo, mientras que la fauna incluye tarucas, corzuelas coloradas, pecaríes, guanacos y algunos felinos.

La zona, además, es hábitat de numerosas especies de aves, entre ellas, el inambú silbón, el águila mora, el halconcito colorado, el tero serrano, el carpintero dorado gris, el churrín ceja blanca, el cerquero amarillo, el rey del bosque y el zorzal chiguanco, entre otras.

La cultura está presente y se expresa a través del museo histórico jesuítico La Banda, que fue construido en 1718, y del cementerio Ojo de Agua, que es un escenario de costumbres ancestrales como el entierro del angelito o la piedra que conserva la pisada de la mulánima.

El museo Casa Duende, que muestra los personajes míticos de la cosmovisión indígena, y la reserva arqueológica los Menhires, que contiene monolitos de la cultura Tafí, que son piedras esculpidas de hasta tres metros de alto y cuatro toneladas de peso grabadas con imágenes que representan la fecundidad y la fertilidad.