Un informe de la Universidad Austral asegura que la medida de fuerza “expone el lado más oscuro” de la central obrera. A 44 días de asumir, Milei deberá sortear una estocada a fondo.
El nuevo récord de convocar al primer paro general más rápido a un presidente democrático “expone el lado más oscuro de la CGT”, aseguró Marcelo Bermolén, director del Observatorio de Calidad Institucional (OCI) de la Universidad Austral (UA), al tiempo que denunció que la medida de fuerza tiene entre otras finalidades sostener un “cerco férreo sobre las cajas sindicales con que se financian”.
“La CGT seguirá sumando récords. A la insólita marca de no haberle realizado un solo paro general al expresidente Alberto Fernández durante sus cuatro años de gestión, pese a exhibir pésimos indicadores económicos y sociales, agrega ahora el récord de convocar al primer paro general más rápido que se le haya hecho a un presidente desde el retorno de la democracia”, reflexionó el analista de la UA.
Explicó además que “lo prevé realizar a 44 días de la asunción de Javier Milei. Con esta medida, superará la marca registrada al expresidente Fernando de la Rúa, a quien la CGT efectuó su primer paro a tan solo 77 días de tomar el cargo”.
En su informe reveló que “el paro convocado será el número 43 desde el retorno de la democracia, siendo el número 27 planteado a gobiernos no peronistas”.
“Con esta medida, la CGT ratifica el comportamiento del sindicalismo argentino de mostrar una mayor beligerancia contra las administraciones no peronistas, mientras exhibe una tolerancia – y en algunos casos una complicidad- con los gobiernos de ese color político”, cuestionó el analista.
Y recordó que “el último paro general realizado por la central obrera fue el 29 de mayo de 2019 justamente a un gobierno no peronista: fue el quinto paro general registrado contra la gestión del ex presidente Mauricio Macri”.
“En el informe del Observatorio de Calidad Institucional de la Universidad Austral sobre paros generales, publicado antes de la asunción de Javier Milei, adelantamos las dificultades que enfrentaría el nuevo presidente por tratarse de un mandatario de gen no peronista y reformista, previendo una alta resistencia del sindicalismo al cambio normativo”, señaló.
“La CGT no solo expone la supuesta defensa de los derechos de los trabajadores, sino la protección de lo que algunos consideran marcados privilegios y un cerco férreo sobre las cajas sindicales con que se financian”, denunció.
“A este accionar se suma el factor desestabilizante que provoca la hostilidad sindical marcada por la temprana convocatoria a paros generales – y la cantidad que se desempeña- a presidentes no peronistas. Al punto de que dos de los tres antecesores de esa tendencia que precedieron a Javier Milei en el cargo no llegaron a concluir sus mandatos”, comentó Bermolén.
“Ni Raúl Alfonsín (13 paros en 5 años y medio de gobierno), ni Fernando de la Rúa (8 paros en 2 años de gestión) pudieron finalizar sus mandatos constitucionales”, recordó.
“El nuevo récord de convocar al primer paro general más rápido a un presidente democrático exponen, también, el lado más oscuro de la Central General de Trabajadores”, concluyó Bermolén.