La gobernadora electa mantuvo un encuentro con más de 40 jefes comunales de la UCR y les reclamó trabajar «sin internismos».
Mientras algunos intendentes peronistas salieron a marcarle la cancha y otros aseguraron que harán todo posible para mantener la gobernabilidad, la gobernadora electa de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, mantuvo un encuentro con más de 40 intendentes radicales elegidos en las últimas elecciones.
Acompañada por su vice, Daniel Salvador, Ernesto Sanz y Ricardo Alfonsín, la futura mandataria provincial pidió trabajar «sin internismos» durante la reunión que tuvo lugar en la histórica sede del Comité Nacional de la calle Alsina de la Capital Federal.
«Nos espera una enorme tarea, de mucha responsabilidad con los vecinos de la provincia que se animaron y vieron que se podía vencer la resignación y que le pusieron un voto a la esperanza», sostuvo Vidal.
En ese sentido, puso en valor la importancia de que Mauricio Macri se imponga en la segunda vuelta ante Daniel Scioli, al asegurar que «la Argentina no saldrá adelante sin la provincia de Buenos Aires de pie, pero la provincia tampoco saldrá adelante sin una Argentina de pie».
Por su parte, Salvador también hizo hincapié en el valor de la unidad del partido y destacó que «nos queda gobernar y muy bien; no podemos fracasar porque un fracaso sería un golpe para la democracia».