14-05-2015

Dos por la presidencia y ocho por la gobernación

Avanza el baño de humildad que reclamó CFK a sus candidatos. Se esperan dos clásicos: arriba, Scioli vs. Randazzo y en la Provincia, Aníbal vs. Espinoza.

Fernando Espinoza y Aníbal-FernándezMientras los Sergios, Urribarri y Bossio, y Carlos Castagneto, ya se subieron al podio de los kirchneristas más obedientes a la Presidenta, y rápidamente bajaron sus precandidaturas, claro, conscientes de que miden en las encuestas menos que Videla el Día del Amigo, todavía existe un amplio abanico de «sin votos» que resiste y se aferra a la posibilidad de recibir un «sandwich» en futuros gabinetes de los que sí tienen chances de encabezar las listas del Frente para la Victoria.

Tras los primeros «baños de humildad» que reclamó CFK, la carrera presidencial está cada vez más despejada. Después de un arranque con ocho postulantes, tres que se bajaron antes de largar: Julián Domínguez, Aníbal Fernández y Juan Manuel Urtubey; dos, Agustín Rossi y Jorge Taiana, que se replegaron en las últimas horas, queda el camino libre para solo dos precandidatos: Daniel Scioli y Florencio Randazzo.

Un operador de mil batallas en la interna del PJ, analizó con sarcasmo los pasos al costado de Rossi y del excanciller, Taiana. Sostuvo que el «Chivo» está invicto en su pago chico, Santa Fe, donde «no ganó nunca». Y sobre el excanciller, apuntó que «tiene más popularidad en las Naciones Unidas» que en Argentina.

Duelo de titanes. Por la presidencia, Scioli vs. Randazzo. Por la gobernación: Aníbal vs. Espinoza.

En la provincia de Buenos Aires, mientras tanto, son muchos los que disputan un paraguas que los haga sortear el baño de humildad que reclama CFK. De los trece lanzados, hasta ahora solo cinco escucharon el «consejo» de Cristina: el director ejecutivo del Anses, Diego Bossio; el viceministro de Desarrollo Social de la Nación, Carlos Castagneto; el intendente de Berazategui, Patricio Mussi; la sobrina nieta de Eva Duarte, la ministra de Gobierno bonaerense, Cristina Álvarez Rodríguez y el jefe de la bancada de Diputados del FpV en la Legislatura, Fernando «Chino» Navarro.

En carrera siguen anotados el jefe de gabinete de ministros de la Nación, Aníbal Fernández; el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez; el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza; el vicegobernador, Gabriel Mariotto; el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni; el titular del AFSCA, Martín Sabatella; el presidente del Grupo Banco Provincia, Santiago Montoya y el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde.

Claro que con los ocho en danza, aún se esperan más «duchas humildes». A ver: Daniel Scioli le ordenará abandonar el barco a Montoya; a Insaurralde le piden desde los cuatro costados que se quede en su pago chico donde, por otra parte, está creciendo el candidato sciolista Mariano Cascallares y podría llegar a desbancarlo; Sabbatella es consciente de que no mide, más allá de que una encuesta al mejor estilo «diario de Irigoyen» lo posiciona con un increíble nivel de intención de voto y Berni también se sostiene, pero escucha ofertas para ocupar el segundo escalón de la fórmula.

Un párrafo aparte para Mariotto, Espinoza, Domínguez y Aníbal. El Vicegobernador, aunque resista, está totalmente fuera de competencia; el jefe comunal de La Matanza y presidente del PJ bonaerense puede ser la sorpresa. Cuenta con la venia del actual Gobernador y el apoyo mediatico, importante o no, de Marcelo Tinelli y su Show Match; el hombre de Chacabuco que primero renunció a la carrera presidencial, va a pelear hasta último momento, pero no cuenta con los avales necesarios para ganar esta batalla. En cambio, el verborrágico Aníbal, al parecer, es el caballo del comisario de la Rosada.

De los ocho en carrera, solo dos con expectativas ciertas. El jefe de Gabinete tiene a favor un altísimo nivel de conocimiento de la gente, pero juega en su contra que también es muy elevada su imagen negativa. Espinoza carga en su mochila los dos millones de votos de La Matanza y el aparato propagandístico del Gobernador, pero tiene bajo reconocimiento. Un duelo con final abierto que enfrenta, otra vez, a CFK con DOS.