El representante argentino ante la OEA, fue aniquilado por un sector de la UCR platense que en los años ’80 lo tuvo como referente ineludible. No se pierdan la declaración de los ex integrantes de la Franja Morada de la UNLP.
Muchos eran sus amigos. Otros lo tenían como referente. La mayoría lo consultaba. Él siempre estaba ahí, en los años ´82 y ´83, en el Comité radical de calle 48, siempre abierto a la discusión política, un rito en aquellos viejos buenos tiempos de sueños democráticos bajo el paraguas protector de Raúl Alfonsín, el hombre que marcó el camino de esa generación que despertaba a la política después de la larga sombra de la dictadura.
Pero ese vínculo tuvo hace poco más de una década un quiebre profundo, se rompió. Y ahora los antiguos camaradas de Carlos “El Negro” Raimundi, de él se trata, le contaron las costillas a partir de la “vergonzosa y vergonzante” postura que expuso como embajador de Argentina ante la Organización de Estados Americanos (OEA), de respaldo al régimen de Nicolás Maduro y haciendo la vista gorda a las graves violaciones a los derechos humanos por parte del gobierno bolivariano.
“Su retractación lo convierte en alguien aún más miserable, si eso fuera posible. Culpó a algunos de sus compañeros de gestión de no haberle notificado la postura del gobierno en Naciones Unidas”, dice el documento que plasmaron sus ex camaradas de la Juventud Radical ochentista, hoy todos al borde de los sesenta abriles, nucleados en el “Grupo Encuentro”.
Luego de repasar largamente la extensa trayectoria política del hoy embajador ante la OEA, la declaración del espacio que reivindica los postulados de la Reforma Universitaria de 1918, le pide al presidente, Alberto Fernández, que “remueva de su cargo” a Raimundi por “indignidad”.
PANQUEQUE.- “La vida del Negro es la historia de un trepador, el panqueque más grande de la política Argentina, lo que no es poco”. Así lo recordó un antiguo compañero de la JR platense con quien compartió las campañas previas a que Alfonsín accediera a la presidencia de la Nación. Y argumentó, para desacreditar a Raimundi, que “nadie llegó a la Cámara de Diputados por cinco partidos políticos distintos, como él lo hizo”.
“El Negro es dueño de ese triste récord, difícil de igualar a nivel mundial”, se despachó otro correligionario que a principios de los años ochenta compartía largas horas de militancia con el por entonces “joven proyecto que, con el don de la palabra, seducía y convencía al más pintado”.
El “Grupo Encuentro”, en rigor, reúne a unos 50 ex militantes de la Franja Morada de los ’80, de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), que el año pasado se presentaron en sociedad dentro de la UCR. Algunos son muy conocidos, otros no tanto. Están Gustavo “El Pirata” Drake, Marcelo Rastelli, Juan Cocino, Gustavo Liss, Aníbal Drago, Jorge Rosales, Belén Sempé, Bernardo Wasinkievich, Daniel Andrini, Alejandro Frangi y Guillermo Fontán, entre otros.
LA DECLARACIÓN.- Palabra más o menos, la declaración de los ex franjistas recuerda que “cuando la mayoría de los miembros de este grupo comenzamos a militar en política, el Negro Raimundi ya estaba. Militante de primera línea, podíamos encontrarlo casi todos los días en el Comité de la Primera en La Plata. Fue, sin dudarlo, un referente en la lucha contra la dictadura y la defensa de los DDHH”.
“Su militancia tuvo reconocimiento, y llego a ser presidente de la Juventud Radical entre 1985 al 87. En el año 89 fue electo diputado nacional por el radicalismo. Fuerte cuestionador de algunas de las decisiones de Alfonsín, termina yéndose al Frepaso, grupo político por el cual es electo diputado en 1995 hasta el 2003 cuando nuevamente fue electo diputado, ahora por el ARI. Se separa del ARI y forma junto a otros diputados el Partido SI (Solidaridad + Igualdad). Finalmente, es electo diputado por el Frente para la Victoria desde el 2005 al 2009 y del 2011 al 2015. En la actualidad se desempeña como Embajador ante la OEA”, reseña el pronunciamiento del “Grupo Encuentro”.
Destaca que “esta sinuosa carrera política, demuestra claramente que los postulados ideológicos del Negro se han reducido a uno, y es excluyente… su propia supervivencia política”.
“Debemos reconocerle que ha desarrollado ese instinto de supervivencia y que este se ha aguzado con el paso de los años. Pronto a abandonar a sus compañeros de ruta cuando las cosas se ponen difíciles, también sabe hacerse un lugar en los partidos en ascenso”, subraya. Y advierte que “… en cada cambio ha ido perdiendo el rumbo que alguna vez tuvo. Y hoy, finalmente, ante los ojos de todo el arco político argentino, el Negro ha quedado desnudo. Y se muestra como lo que siempre fue, y nos negábamos a ver… un canalla, al decir de Alfonsín”.
MISERABLE.- “Su vergonzosa y vergonzante postura respaldando al régimen de Maduro, minimizando las graves violaciones a los derechos humanos por parte del Gobierno Bolivariano, lo ubica exactamente en las antípodas de sus ideales de Juventud. Su retractación lo convierte en alguien aún más miserable, si eso fuera posible. Culpó a algunos de sus compañeros de gestión de no haberle notificado de la postura del gobierno en Naciones Unidas. Rápidamente quedó demostrado que mentía. Y lo deja expuesto como alguien cuyos principios valen mucho menos que su cargo”, sentenció la declaración.
Finalmente, los miembros del “Grupo Encuentro” hacen propias las “lucidas palabras” de Graciela Fernández Meijide, y solicitan “al Señor Presidente, la inmediata remoción del cargo de Embajador ante la OEA de Carlos Raimundi, por indignidad”.