El gobernador bonaerense trató de acallar las versiones que sostienen que si triunfa en el balotaje será la Presidenta quien siga tomando las decisiones.
Desde que lanzó su candidatura presidencial y tras la bendición de la presidenta Cristina Fernández de Kichner antes de las PASO, la sombra de un doble comando siempre se posó sobre Daniel Scioli, quien de cara al balotaje se desespera por asegurar que en caso de acceder al Sillón de Rivadavia será solo él quien tome las desiciones.
Es por eso que el gobernador bonaerense aseguró que «el gobierno actual termina el 10 de diciembre, y a partir de ese día, si el pueblo lo decide, mando yo. Y ejerzo en plenitud las facultades institucionales de un Presidente, con total libertad e independencia, y sin ningún tipo de compromisos ni condicionamientos de nada ni de nadie. Gano yo, mando yo. Que quede claro de una vez por todas».
Además, en declaraciones a Radio Mitre, insistió en la necesidad de que quienes dejen el poder lleven adelante transiciones «ordenadas, de colaboración, porque detrás de eso hay un pueblo que quiere que las cosas vayan cada vez mejor».
Por otro lado, cuestionó a su competidor en la segunda vuelta, Mauricio Macri. «Tengo una gran responsabilidad en defender lo que considero que es lo mejor para la Argentina, y una profunda preocupación por las definiciones de mi contrincante que ya empiezan a generar efectos muy negativos en la economía, en la eventualidad de que gane. Por ejemplo, el aumento en la harina y en los medicamentos, cuando dijo que va a dejar el dólar al libre mercado», indicó Scioli.
Por eso, expresó que «una gran devaluación» provocará «un efecto muy negativo en la clase media y en todo el equilibrio del Estado». Debido a esto, planteó que en Cambiemos «han mandado a callar a todos los economistas y los referentes energéticos».