La gobernadora electa de la provincia de Buenos Aires indicó que lanzará un «operativo social y de seguridad» a fin de año para evitar disturbios en ese momento caliente del año.
María Eugenia Vidal sabe que enfrenta escenarios complejos, y eso que todavía no asumió: tomas, declaraciones cruzadas, intrigas entre los dirigentes a los que ahora les tocará ser oposición; una mezcla que amenaza complejizarse una vez que la gobernadora electa tome el poder en la Provincia y le ponga fin a la hegemonista durante 28 años en territorio bonaerense.
Ante ese panorama, la dirigente de Cambiemos aseguró que, con miras en las jornadas calientes que siempre se viven a fin de año, lanzará un «operativo social y de seguridad» para evitar desmanes durante esas fechas.
En ese sentido, indicó que una de sus primeras medidas de gobierno será poner en marcha el «operativo social y de seguridad, las dos cosas, para prevenir antes de fin de año cualquier situación de conflictividad previo a las fiestas».
Además, sostuvo que no llegará a su cargo «para quitarle un plan social a nadie» y menos aún, dijo, en un escenario de «pobreza que ha crecido» en la Provincia, y cuestionó al filósofo José Pablo Feinmann, quien había dicho que la futura mandataria «podría terminar en una trata de blancas».
“Sé quién soy. Hay cosas que ni merecen respuesta. Es un comentario machista”, le contestó.