Profesionales de la salud y la oposición cuestionaron la decisión del gobierno bonaerense de desplazar de su cargo en el Hospital El Dique a Jorge Mazzone. Advierten que es otro caso de “persecución política”
La decisión del gobierno bonaerense de desplazar a Jorge Mazzone (presidente del Colegio de Médicos de la provincia de Buenos Aires – Distrito I) de la jefatura de la sala de clínica médica del Hospital El Dique, de Ensenada, generó un fuerte rechazo entre los profesionales de la salud y tuvo su correlato en la arena política, con representantes de la oposición que aseguran que “estamos ante un nuevo episodio de persecución política”.
Mientras el presidente del bloque de concejales platenses de Juntos por el Cambio (JxC), Claudio Frangul, anunció que elevará el caso Mazzone al cuerpo deliberativo comunal y le pegó al gobernador, Axel Kicillof, porque “en el peor momento de la pandemia sigue jugando a los vaqueros”, el diputado provincial de extracción radical, Fernando Pérez, sostuvo que la destitución del profesional es un hecho “amedrentador, autoritario, persecutorio y provocador”.
Frangul alertó que “como sucedió el año pasado, las autoridades del IOMA y del ministerio de Salud vuelven a comportarse como amateurs y juegan a hacerse los vaqueros malos en el peor momento de la pandemia en nuestra región”.
“Cuando deberíamos estar todos apoyando a la comunidad médica que está enfrentando con tanta valentía este desastre, ellos se ponen a echar a jefes de sala diciendo que de ahora en más esos cargos los va a designar directamente el ministerio de Salud”, cuestionó Frangul.
Y advirtió que el desplazamiento de Mazzone “toma notoriedad por ser el presidente del Colegio de Médicos, pero ¿cuántos otros casos habrá? Nos llena de incertidumbre lo que estos tipos son capaces de hacer”, sentenció.
El concejal y presidente del radicalismo local, recordó que Mazzone está al frente de la sala de clínica médica del Hospital El Dique desde hace nueve años, “un cargo al que accedió por concurso”. Y en esa línea, sostuvo que “no es ninguna casualidad su desplazamiento si tenemos presente el hostigamiento que la comunidad médica platense recibió el año pasado por parte de las autoridades del IOMA y del ministerio de Salud”.
A LA SOMBRA DE LAS ELECCIONES.- “Nos preocupa esta persecución política, que sucede a pocos días de la elección para renovar autoridades en el Colegio, comicios en los que participarán, con su propia lista, directoras designadas por el Ministerio” de Salud, apuntó Frangul. A lo que sumó las denuncias que Mazzone hizo en los últimos días, vinculadas a “los llamados desde IOMA que están recibiendo sus pacientes, para interrogarlos sobre su atención, un hecho que ya de por sí es raro”, puntualizó
“¿Por qué no se dedican a ayudarnos en esta pandemia? No la compliquen, no compliquen a los médicos. Es más, háganle caso a Mazzone que les marcó que el bono que dio el gobierno nacional ‘no alcanza ni para cubrir dos tanques de nafta’. Los trabajadores de la comunidad médica están soportando sueldos y honorarios pobrísimos con índices de inflación altos y un gran agotamiento por la tensión que se vive hoy en las salas de terapia intensiva”, concluyó Frangul.
DURÍSIMO CON KICILLOF.- Pérez, a todo esto, estuvo durísimo con Kicillof, el ministro de Salud, Daniel Gollan, y el viceministro, Nicolás Kreplak: “Debido a la intolerancia e irrespetuosidad que practican, removieron del cargo” a Mazzone, en una postura para “amedrentar a quien piensa distinto o denuncia”.
Subrayó además que “el gobierno provincial no aguanta las críticas realizadas por un destacado y reconocido profesional de la salud y excelente dirigente profesional, quien tuvo la valentía de poner luz a la mediocre política de salud que se ejecuta en todo el territorio bonaerense”.
El diputado repudió la persecución que sufre el titular del Colegio de Médicos Distrito I. “Es digno de países autoritarios que desde el IOMA, presidido por un hombre (Homero Giles) varias veces calificado de inoperante por afiliados y profesionales de la salud, se interrogue a los pacientes de Mazzone”, destacó.
“Si el gobierno de Kicillof busca callar a sus detractores y a quienes, con absoluta razón, critican su gestión y la ponen ante la sociedad en tela de juicio, lo único que generan es una provocación. Estas actitudes son dignas de un pasado ya superado y de prácticas de países que sufren del repudio internacional. La intolerancia y el autoritarismo ya no son opciones en la Argentina”, concluyó Pérez.