24-09-2015

El oficialismo defiende a Scioli ante una oposición furiosa

Es por la negativa del mandatario a presentarse al primer debate presidencial. “No hay reglas de juego”, se justifican desde el oficialismo.

anibal scioli Con un sciolismo que, luego de algunos movimientos dubitativos, confirmó que el mandatario provincial no estará presente en el primer debate presidencial que tendrá en la UBA, la catarata de críticas desde la oposición no paró de crecer, mientras que desde el oficialismo ensayaron algún tipo de respuesta para justificar esta postura.

El candidato presidencial de Cambiemos, Mauricio Macri, por ejemplo, aseguró que «yo me comprometí a debatir. La pregunta es por qué Scioli no quiere explicar cuáles son sus propuestas, lo que tiene realmente para ofrecerles a los argentinos».

En tanto, el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, lanzó que “Cristina no lo deja», y puntualizó que «sería muy triste que (Scioli) faltara a su palabra antes ya de la elección, ni siquiera antes de asumir. Ha dicho que no necesitaba firmar ningún acuerdo en papel para debatir porque él era un hombre de debate”.

En esa línea, Margarita Stolbizer se preguntó si «¿Scioli no debate por especulación, cobardía o desprecio por las instituciones? ¿O no lo deja CFK?», y el candidato del FIT, Nicolás Del Caño, aseguró que el exmotonauta «se niega a debatir y a explicar cómo van a aplicar el ajuste que preparan sobre el pueblo trabajador».

La respuesta del oficialismo

El jefe de Gabinete nacional y candidato a gobernador, Aníbal Fernández, salió a justificar el proceder de Scioli, al entender que «no está dado el marco» para hacer el debate ya que no existe una ley correspondiente, y por tanto «no hay reglas de juego» y «todo sería una batalla campal verbal».

«No se conoce el reglamento, ni la cancha, ni la pelota. Sería una batalla campal verbal, de la cual beneficiado no sale nadie», sostuvo el ministro, y agregó que «no están dadas las condiciones, porque nunca se habló en serio de este tema, ¿y ahora se quiere inventar un debate de algo que no se conoce?».

En el plano personal, Aníbal indicó que «si hubiera las garantías de que se desarrolla en un determinado lugar, con un determinado tiempo, que el otro no opine mientras está exponiendo el otro, y se respetan las reglas de juego, yo debato con cualquiera». Pero insistió que, en este caso, «hay que ir a ciegas a una cosa de esas características, lo cual sería imprudente, y yo no lo haría como candidato».