18-05-2015

¿Randazzo es a Scioli lo que Menem a Cafiero?

Por Eloy Gómez Raverta (*)

Eloy Gómez Raverta ITodas las encuestas lo muestran lejos de la definición. Lo ignoran, no lo consideran. Hasta el inefable Marcelo Tinelli lo excluyó del Show Match presidencial, al que solo subieron Daniel Scioli, Mauricio Macri, Sergio Massa y sus imitadores.

Al costado de la escena, todo el abanico de postulantes al sillón de Rivadavia choca con un impenetrable corsé, hilvanado para proteger al trinomio que “mide” y asoma para suceder en el poder al CFK.

Desde Margarita Stolbizer hasta José Manuel de la Sota, pasando por Elisa Carrió, Jorge Altamira y Ernesto Sanz, todos ellos y algunos otros, conforman el furgón de cola de las presidenciales 2015, invisibilizados para las Primarias del 9 de agosto y escondidos por la polarización que intentan imponer los estrategas de campaña de los que hoy aparecen mejor posicionados en los sondeos de opinión.

Sin embargo, en el Frente para la Victoria, los operadores del ultrakirchnerismo están absolutamente convencidos de que el candidato de Cristina – que no es Scioli, por cierto- tiene una gran oportunidad de salir airoso de las PASO, infringiéndole al Gobernador una derrota tan inesperada y dolorosa como la que Carlos Menem le propinó, el 10 de julio de 1988, a Antonio Cafiero y que lo catapultó a la Casa Rosada.

Florencio Randazzo, el “elegido” de Cristina que no recibirá su bendición pero sí todas las señales necesarias para orientar al núcleo duro de votantes kirchneristas, el que ya no maneja la cuestión electoral y que, como pidió, mantiene la gestión en Transporte, desde donde se luce semanalmente inaugurando obras, abriendo ramales, mostrando nuevos trenes, está convencido de que tiene una oportunidad y no está dispuesto a desaprovecharla.

Hoy aparece como el cuarto en discordia lejos, inmediatamente detrás de Scioli, Macri y Massa. Aun así, Randazzo “tiene una oportunidad”, analizó un experimentado operador del PJ bonaerense. Está “condenado” a encolumnar detrás suyo a todo el kirchnerismo que entiende que Scioli “no representa la continuidad del modelo”. Y al contrario, lo ven como a un neoliberal conservador aliado a todo lo que Néstor y Cristina combatieron

Con esa lógica, interpretó que el ministro del Interior y Transporte tiene un significativo piso de votos para enfrentar al Gobernador bonaerense en las Primarias, aunque admitió que es muy difícil que logre captar al electorado independiente, que sería más proclive de volcarse a su contrincante.

Randazzo y Scioli

Randazzo, Cristina y Scioli. No habrá bendición, pero el favorito de la Presidenta es el hombre de los trenes.

Si partimos del supuesto que el FpV tiene un piso de votos del 30/35%, que gran parte de ese porcentaje es estrictamente kirchnerista y que Randazzo es la expresión de la Presidenta, se puede deducir que el “delfín” de Cristina arranca con un caudal electoral no menor al 20%.

“No es poco para empezar”, analizan en el entorno del hombre de Chivilcoy, el nivel de adhesiones que acumula Florencio. “La definición del vicepresidente, que bien podría ser Axel Kicillof, será clave para saber si podremos cosechar más respaldos, sobre todo hacia adentro del espacio”, reflexionan a sabiendas de que esa decisión pasará pura y exclusivamente por Cristina.

Mientras tanto, Randazzo radicalizó su estrategia de campaña, pegándole duro a sus rivales. Cuando se quedó afuera del Show Match, disparó desde su cuenta de Twitter: “Los candidatos de los medios trabajan para los medios. Nosotros, con la Presidenta, para transformar la vida de la gente”.

Los dardos de Florencio tienen dos destinatarios: Macri y Scioli. En su planificación, deja a Massa fuera del ring. Es lógico, pretende captar lo que el líder del Frente Renovador pierde, aunque el resultado en la capital salteña, con el triunfo de su candidato, Gustavo Saenz, sobre el que avalaba el reelecto gobernador Juan Manuel Urbubey – que fue el gran vencedor de la compulsa-, le dio algo de aire después del impacto que significó el portazo de Darío Giustozzi.

Randazzo, en ese esquema, decidió focalizar su artillería sobre el punto que considera más débil de sus rivales seleccionados, la gestión: “Los porteños necesitan mejores subtes y los bonaerenses mejores rutas. Eso no se mejora desde la televisión, por más raiting que tenga”, amplificó por Twitter.

A tres meses de la madre de todas las batallas de su carrera política, el hombre de los trenes le asegura a su mesa chica que está en condiciones de dar el zarpazo, igual que Menem lo hizo con Cafiero.

(*) Periodista. Director de www.f5diario.com.ar