La diputada provincial dejó el Frente Renovador para engrosar las filas del sciolismo luego de las críticas y denuncias, en un movimiento que golpea de lleno la campaña massista.
Los gestos venían sintiéndose hace tiempo: luego de las PASO, y con un escenario más despejado de cara a las elecciones de octubre, la diputada provincial Mónica López vociferaba desde su banca del Frente Renovador que, en caso de un ballotage entre Daniel Scioli y Mauricio Macri, no dudaría en votar al exmotonauta.
Este enunciado despertaba polémica dentro de su espacio, porque planteaba a viva voz un escenario en el que Sergio Massa se quedaba fuera de la pelea grande, y tiraba atrás la estrategia de su partido de imponer la figura del exintendente de Tigre en la segunda vuelta.
Adepta a las declaraciones con fuerza, la legisladora coronó un tercer pase en su carrera política: al calor de las encuestas, se movió primerio hacia la conducción de Francisco De Narváez; después engrosó las filas del Frente Renovador y finalmente pegó la vuelta al Frente Para la Victoria, un movimiento que ganó los primeros planos de los análisis políticos.
¿Por qué? Sin dudas, los pases de figuras importantes a días de las elecciones envían mensajes claros a la ciudadanía y a los propios partidos: mientras que en 2013 el Frente Renovador se alimentaba con la posibilidad de la victoria, dos años después sufre las sangrías al mostrarse —encuestas y primarias de por medio— relegado en la pelea.
Además, a López la liga un detalle ineludible: su esposo. El diputado nacional y presidente de la banca massista en el Congreso y titular de la Federación Argentina Sindical del Petróleo, Alberto Roberti, quedó en medio de las especulaciones, pero de todas formas, anunció que seguirá dentro del Frente Renovador. “Salvo que me rajen”, aclaró.
Lo cierto es que López se probó la ropa sciolista y, sin dudas le gustó como le quedó. Tras las denuncias públicas y penales —responsabilizó a Scioli por las inundaciones, pero confirmó que ahora la retirará— justificó su salto al ver una alianza entre Massa y Macri. “Estoy convencida de que es necesario que haya un presidente en primera vuelta», señaló.
Hasta ayer candidata al Parlasur por el frente UNA, el pase de la legisladora generó una ola de recriminaciones de varios dirigentes del Frente Renovador, que no esperaron para atacarla por diferentes costados, desde el político hasta el personal, conscientes de que esta sangría impactó de lleno en el armado político de cara a lo que se viene.
Si bien es una incógnita lo que vendrá, la movida que encabezó López puede provocar un cimbronazo en el espacio que conduce Sergio Massa, que de todos los escenarios posibles a poco menos de un mes de las elecciones generales, el que menos hubiera elegido es el de un partido agrietado por el que aún se siguen fugando dirigentes.