Desde el PRO apelan a Juliana Awada para limpiar la imagen de la campaña tras el escándalo que provocó la salida del periodista.
Las esposas de los candidatos en estas elecciones ocupan un primer plano y sus movimientos no pasan desapercibidos: con matices, Karina Rabolini, Juliana Awada y Malena Galmarini son pilares visibles en la formación de la imagen de sus esposos en la carrera por el Sillón de Rivadavia.
En el PRO, conscientes de que la caída de Fernando Niembro, quien tuvo que bajarse de su candidatura a diputado nacional por la Provincia luego de conocerse denuncias que lo vinculaban a contrataciones directas millonarias con el gobierno porteño, golpeó los números del partido que conduce Mauricio Macri, ahora buscan resguardo en una figura agradable para los votantes.
Con perfil más bajo que el resto de las potenciales primeras damas, Awada salió a la cancha, esta vez junto a la candidata a gobernadora de Cambiemos, María Eugenia Vidal, para buscar despejar los nubarrones que dejó el escándalo que involucró al periodista.
La movida que involucró a la esposa de Macri tuvo lugar en José C. Paz, territorio de fuerte raigambre peronista, donde las macristas recorrieron el Hospital Zonal de Agudos Gobernador Domingo Mercante y, acompañadas por el candidato a intendente de ese distrito, Ezequiel Pazos, mantuvieron encuentros con vecinos y comerciantes en la plaza Manuel Belgrano.